Constructores de Stonehenge las proporciones entre los lados de los triángulos remiten a la famosa fórmula.

Constructores de Stonehenge un recién publicado libro de investigadores británicos sostiene que los constructores del monumento megalítico. Ya conocían el fundamento del famoso teorema de Pitágoras, que establece que en los triángulos rectángulos, el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma del cuadrado de los catetos.
Conocimiento de las matemáticas tenían los constructores de Stonehenge
Los autores de la obra, denominada ‘Megalito: Estudios en piedra’ (‘Megalith: Studies in Stone’, en inglés) señalan que los constructores de Stonehenge usaron esta fórmula para levantar las estructuras alrededor del año 2.500 A.C., unos 2.000 años antes de que naciera el matemático griego, recoge Science Alert.
Los «triángulos y cuadrados dobles» de esta obra patrimonio de la humanidad son «versiones simples de la geometría pitagórica», según explica el editor del libro, John Matineau.
Los autores señalan que las proporciones entre los lados de los triángulos de Stonehenge remiten a la famosa fórmula pitagoriana, lo que sugiere que los constructores de Stonehenge sabían que era una forma útil de hacer un triángulo rectángulo, incluso si no tenían la fórmula articulada.
El experto megalítico Robin Health incluso ha propuesto que existe un gran triángulo pitagórico en el paisaje británico que une Stonehenge y el sitio desde el que se construyeron las piedras azules, en Preseli y la isla Lundy.
El descubrimiento de Pitágoras, por el cual el número cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos en un triángulo rectángulo, ha sido utilizado durante milenios para ayudar a los constructores a alcanzar ángulos rectos perfectos
Los hallazgos publicados en el nuevo libro.
El nuevo libro, cuya fecha de publicación coincide exactamente con el solsticio de verano, muestra cómo dentro del círculo de piedras se encuentra un rectángulo de cuatro piedras Sarsen que cuando se divide en diagonal forma un perfecto triángulo pitagórico.
Las ocho líneas que salen de dicho triángulo rectángulo también se alinean perfectamente con las fechas más importantes en el calendario neolítico, como los solsticios de verano e invierno y los equinoccios de primavera y otoño.
También marcan el Imbolc, la fecha antigua para el comienzo de la primavera vista para el 1 de febrero, el Iammas (inicio de la cosecha del trigo) y el Samhain, el 31 de octubre (el momento en el que el ganado era sacrificado para el invierno que hoy en día se ha convertido en la Noche de Todos los Santos).
«La gente a menudo piensa en nuestros antepasados como rudos hombres de las cavernas, pero también eran astrónomos sofisticados», afirma el editor de la investigación, John Matineau. Los constructores de Stonehenge «Aplicaron la geometría pitagórica más de 2000 años antes de que naciera Pitágoras.
Vemos triángulos y dobles cuadrados que se usaron como versiones simples de la geometría pitagórica. Y luego tenemos esta síntesis en números solares y lunares.
Mas astrónomos que matemáticos
Creemos que estas personas no tenían mentes científicas, sino que antes de ser médicos o agricultores, eran astrónomos y cosmólogos»
Lo que trataban de hacer los habitantes neolíticos, según Matineau, era «estudiar ciclos cósmicos largos y difíciles de entender, por lo que construyeron Stonehenge».
Al investigador le apena la excesiva explotación turística que ha acontecido en el lugar: «Me pone muy triste porque a los visitantes no se les dice nada sobre las alineaciones astronómicas, incluso cuando son muy fáciles de explicar».
Casi dos millas al noreste de Stonehengese encontraba Woodhenge. El cual también se construyó a partir de un triángulo pitagórico. Pero no son los únicos en el lugar, también en Avebury, el anillo interior del Templo Druida en Inverness, Castlerigg en Keswick, Cumbria, Barbrook, en Derbyshire, Borrowston Rig…
«La frase ‘un período de tiempo’ puede originalmente derivar de una época cuando la longitud de una regla, cuerda o medida establecida realmente representa un período de tiempo.
Una técnica manifestada dentro de muchas estructuras megalíticas, que consagran los períodos de tiempo del Sol y la Luna«, comenta Matineau.
Las enormes piedras también estuvieron alguna vez rodeadas por 56 postes de madera que podían usarse para predecir eclipses o las fases lunares.
Se cree que la herradura de piedra azul del centro contiene 19 piedras para representar el número de años que tarda el ciclo del Sol y la Luna en dar una vuelta completa y volver al mismo sitio.
Pero desgraciadamente, Matineau y su grupo de expertos concluyen que gran parte de este conocimiento se perdió después del surgimiento y expansión del cristianismo en Gran Bretaña, como fin de las religiones paganas.