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Científicos de la universidad sueca de Lund confirmaron la existencia de un elemento 115 un químico desconocido.

Elemento 115 todos los otros elementos que aparecen en la tabla periódica más allá del Uranio (cuyo número atómico es 92) tienen una existencia afímera antes de desintegrarse.

Y es que estos elementos superpesados conocidos como «elementos transuránicos» son radiactivos y tienen una vida media más corta que la edad de la Tierra.

Lo que hace que ya no se encuentren ni en nuestro planeta ni Sistema Solar si es que alguna vez lo estuvieron. De hecho (salvo alguna excepción), a mayor número atómico menor vida media tiene un elemento.

Los elementos transuránicos

El premio nobel de química Glenn T.Seaborg llegó a estudiar de forma empírica la vida media de los elementos transuránicos. Y llegó a predecir en 1991 una «isla de estabilidad«, o dicho de otra forma, un número «mágico» de protones y neutrones capaces de dar estabilidad a un posible elemento superpesado. La clave -según Seaborg- está en que el núcleo del átomo sea lo más esférico posible, algo que puede suceder con 298 nucleones (protones más neutrones).

Actualmente se han conseguido sintetizar dos isotopos del Ununpentio, el 287Uup y 288Uup. La vida media de ambos fue de apenas unos milisegundos. Pero se prevé que 299Uup pueda ser el primer elemento superpesado estable, ya que contiene el número «mágico» de 184 neutrones.

Resulta difícil anticipar que usos prácticos podrían obtenerse con la investigación de los nuevos elementos superpesados.

Elemento 115 por ahora, la atención está centrada en su descubrimiento y no en sus aplicaciones. No obstante, algunos elementos sintetizados en el pasado han aportado enormes beneficios a la población. Por ejemplo, el elemento 95, conocido como Americio (descubierto en 1944) se utiliza en la industria médica y radiográfica.

¿Combustible estelar?

Aunque el elemento 115 fue descubierto en 2004, lo cierto es que unos años antes ya fue mencionado por un personaje bastante controvertido. Robert Scott Lazar (n. 1959) irrumpió en diversos medios informativos a finales de 1989. Contando una historia bastante inverosímil. Lazar aseguraba haber trabajado para el gobierno de EEUU como físico en la famosa base militar secreta Área 51 en Groom Lake (Nevada).
Su trabajo consistía en hacer ingeniería inversa a aeronaves capturadas por los americanos, en especial a su sistema de propulsión. Aunque Lazar pensó en un primer momento que se trataba de aeronaves secretas de última generación, terminó concluyendo que no eran de origen terrestre.

Esta historia no tendría mucho más interés si no fuera por lo que Lazar comentó en 1989 (15 años antes del descubrimiento del elemento 115  Ununpentio) sobre sus averiguaciones en el sistema de propulsión.

Según Lazar, el combustible de las naves extraterrestres era el elemento 115 en forma estable. 

Este aportaba una fuente de energía la cual produce unos efectos anti gravitatorios bajo un continuo bombardeo de protones, junto con antimateria para conseguir una gran producción de energía.

A medida que el campo de interacción nuclear fuerte del núcleo del elemento 115 está debidamente amplificado, el efecto gravitacional a gran escala resultante, vendría a ser una distorsión o deformación del espacio-tiempo que serviría para largos viajes estelares.

Aunque posiblemente la historia de Lazar sea pura fantasía, no deja de ser interesante tratar de imaginar las posibles aplicaciones del elemento 115

 

Con información de spanishprisoner.net

“La verdad no existe, existen sólo los hechos la verdad la imponen los grandes medios y el poder detrás de ellos en las sombra”

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Hector Figuera

Hector Figuera

CEO Fundador del portal RCENI Radio Centroamérica Internacional Audiovisualista Temático Antropocentrico especializado en composición.