Los algoritmos son parte de nuestra vida cotidiana.
Los algoritmos no solo pueden clasificar, encontrar y procesar grandes cantidades de datos, también pueden dar a las computadoras la habilidad de aprender de esos datos.
Así pueden hacer predicciones y tomar decisiones, como por ejemplo, cuál será el siguiente vídeo que te va a sugerir.
En general, la parte común en todas las definiciones de los algoritmos se puede resumir en las siguientes tres propiedades siempre y cuando no consideremos algoritmos paralelos:
Tiempo secuencial.
Un algoritmo funciona en tiempo discretizado –paso a paso–, definiendo así una secuencia de estados computacionales por cada entrada válida (la entrada son los datos que se le suministran al algoritmo antes de comenzar).
Estado abstracto.
Cada estado computacional puede ser descrito formalmente utilizando una estructura de primer orden y cada algoritmo es independiente de su implementación. (los algoritmos son objetos abstractos) de manera que en un algoritmo las estructuras de primer orden son invariantes bajo isomorfismo.
Exploración acotada.
La transición de un estado al siguiente queda completamente determinada por una descripción fija y finita; es decir, entre cada estado y el siguiente solamente se puede tomar en cuenta una cantidad fija y limitada de términos del estado actual.
Tampoco hay que dejar pasar por alto que los algoritmos se pueden expresar a través de lenguajes de programación, pseudocódigo. El lenguaje natural y también a través de los conocidos diagramas de flujo, además cabe mencionar que los algoritmos son muy importantes en la informática ya que permiten representar datos como secuencias de bits.
Un programa es un algoritmo que indica a la computadora que pasos específicos debe seguir para desarrollar una tarea