Planeta X el reciente hallazgo de un cuerpo enano podría redefinir los límites de nuestro Sistema Solar y brindar nuevos conocimientos sobre su evolución.

Un grupo de investigadores liderado por Scott Sheppard, del Instituto Carnegie (estado de Washington, EE.UU.). Presentó este martes en el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional un nuevo objeto encontrado más allá de Plutón, que avalaría la existencia de un planeta o Súper-Tierra aún más lejano y tentativamente denominado Planeta X o Noveno Planeta, informa National Geographic.
Un duende en el sistema solar
Este objeto, llamado 2015 TG387 o El Duende (The Goblin, en inglés, por las siglas TG), es en propiedad un planeta enano con una órbita de 40.000 años, «tan ancho como el estado de Massachusetts», con un diámetro de unos 300 kilómetros.
Se encuentra a una distancia de aproximadamente 80 unidades astronómicas (una U.A. es igual a la distancia promedio de la Tierra al Sol) de nuestra estrella, dos y media veces más lejos que Plutón.
El Duente, así como otros varios cuerpos distantes y poco conocidos del Sistema Solar, nunca se acercan lo suficiente a los planetas gigantes como para establecer una interacción gravitacional significativa. Tal comportamiento orbital podría indicar la presencia de un planeta desconocido, el Planeta X, escondido en los lejanos dominios externos del Sistema Solar.
Su órbita también se alinea con un grupo de otros objetos que, en conjunto, sugieren que un gran planeta X quizás varias veces más masivo que la Tierra, está al acecho en la oscura oscuridad del sistema solar exterior .
«Sugiere que algo está empujando estos objetos en tipos similares de órbitas, por eso creemos que hay un gran Planet X», dice Sheppard. “Algo de tamaño súper-terrestre a neptuno, que lleva estos objetos a estas órbitas, por lo que son estables”.
Sheppard y sus colegas están buscando este planeta, y dice que el TG387 de 2015 ayuda a reducir el área de búsqueda. Por ahora, sospecha que el Planeta X está orbitando en oposición al TG387 2015, creando una resonancia gravitacional que barre y preserva esas órbitas extravagantes y lejanas.
«Estos objetos distantes son como migas de pan que nos llevan hasta el Planeta X.
Cuanto más podamos encontrar, mejor podremos entender el Sistema Solar exterior y el supuesto planeta que creemos que está configurando sus órbitas. Este descubrimiento redefiniría nuestro conocimiento de la evolución del Sistema Solar«, afirma Sheppard