Summit así se llama espera contribuya en actividades de ‘hardware’ y el desarrollo de aplicaciones científicas.

IBM y el Laboratorio Nacional Oak Ridge (ORNL) del Departamento de Energía de Estados Unidos presentaron hoy Summit, la supercomputadora más nueva del departamento.
La IBM afirma que Summit es actualmente la «supercomputadora científica más poderosa e inteligente del mundo» con un rendimiento máximo de la casi absurda cantidad de 200,000 billones de cálculos por segundo., informó MIT Technology Review.
El sistema, fue construido para el Laboratorio Nacional Oak Rigde (Tennessee, EE.UU.) y se espera pueda acelerar el desarrollo de tecnología en el campo de la informática, la inteligencia artificial y el manejo de grandes cantidades de datos
Capacidad de almacenaje y memoria sorprendentes.
En total, Summit también presenta más de 10 petabytes de memoria. Dada la presencia de las GPU Nvidia, no sorprende que el sistema esté destinado a aplicaciones de aprendizaje automático y aprendizaje en profundidad, así como a las cargas de trabajo informáticas de alto rendimiento habituales para la investigación en energía y materiales avanzados que esperaría que ocurrieran en Oak Ridge
Esta máquina Summit ocupa cerca de 520 metros cuadrados y está formada por hileras de unidades del tamaño de un refrigerador, de unos 340 toneladas, y enlazadas entre sí por casi 300 kilómetros de fibra óptica.
Que están alimentadas por unos 9.000 chips de procesamiento IBM y más de 27.000 procesadores gráficos Nvidia.
Desde el 2016, la supercomputadora china Sunway TaihuLight mantenía el liderazgo en la carrera tecnológica, pero la nueva Summit alcanza más del doble de velocidad.
En términos humanos, si cada persona en la Tierra completara un cálculo por segundo, tomaría 305 días hacer lo que Summit puede conseguir en 1 segundo, asegura el laboratorio.
Las supercomputadoras ya están siendo utilizadas en la industria para una miríada de funciones, desde el diseño de nuevos aviones hasta la creación de innovadores materiales.
Otras son empleadas en el ámbito militar para diseñar armamento y por el gremio científico.
Por ejemplo, en Oak Ridge ya han aprovechado la inteligencia artificial de Summit para un análisis de datos genómicos a gran escala.